Un páncreas, un corazón, la conexión mente-cuerpo.

Tal vez una de las maldiciones más profundas de la civilización es dejar de sentir la magia que somos. 

¿Qué es la Ciencia y la Tecnología y la Medicina, sino Magia y Misterio y Curiosidad?

Pero la Magia tiene la fuerza de la Vida así como la de la Muerte. Las soluciones de ayer son los problemas de hoy.

Telecomunicaciones, industrialización, farmacéutica. La vida a través de lo que sostenemos en la palma de la mano. 

Pero algo se va quedando. Nos lo recuerda el cáncer, la diabetes, los problemas cardiovasculares, respiratorios y mentales, producto de nuestro Estilo de Vida estancado e incuestionado.

Y éstas sindemias, no se van a ir por Arte de Magia. 
El sistema hace muy buenos parches para tapar los síntomas y muy buenas distracciones para creer que más de lo mismo eventualmente nos va a sanar. 

Por eso la Medicina se re-inventa. A veces se escarba de nuestra memoria milenaria o cuando entendemos el mutualismo entre todas las especies del planeta. A veces aparece cuando cruzamos un Rito de Iniciación que nos devuelve a lo más primordial:

Una buena noche de sueño. El crudo de una zanahoria en las papilas gustativas. Levantar los brazos al cielo empujando unas pesas para fortalecer la MenteCuerpo.